• Yamil Mercado, profesor del colegio Liceo Beula de Coveñas, compite en las justas y tuvo en las tribunas el apoyo de sus estudiantes, compañeros y amigos.

Coveñas, Sucre, miércoles 27 de octubre de 2021. Un grito al unísono retumbó en el escenario de fútbol playa: “¡Oe! ¡Oe, oe, oe! Yamil, Yamil”. Eran los niños, niñas y profesores del Liceo Beula, que se citaron en la ensenada dos, de Coveñas, para apoyar a Yamil Mercado, docente de educación física de esa institución, quien en el debut de esta disciplina en los IV Juegos de Mar y Playa se convirtió en inspiración para todos esos jóvenes, en un modelo a seguir.

Con las banderitas de Sucre adornando la panorámica con giros rápidos y constantes, los zapatos chocando con el metal de las tribunas y el cántico repetitivo que se hizo una sola voz todo el estadio fue un corazón, un alma para impulsar a la selección de Sucre, que hacía su debut en el torneo de fútbol playa de unos Juegos de Mar y Playa. Y lo hacían nada más ni nada menos que contra Antioquia, un equipo con una experiencia mayor en este tipo de torneos.

En la cancha bajo el foco de todo un municipio: Yamil Mercado, un profesor de 31 años, que dice estar en sus últimos días como jugador de fútbol playa, pero que asume con responsabilidad y decisión esa figura que él simboliza para esos niños y niñas que se encuentran en la tribuna. Es inspiración y cuando repite esa palabra se le iluminan los ojos y una pequeña sonrisa se dibuja en su cara, porque ese es su propósito, que los jóvenes encuentren en el deporte un compañero de camino y aprendan de sus valores para afrontar la vida con la cabeza en alto.

Como sucedió con él, que le sirvió para convertirse en un mentor. “El deporte ha marcado mi vida desde temprana edad, practiqué fútbol hasta los 18 años y siempre tuve ese sueño de ser profesional”, recuerda como si aún esa ilusión le rondara por las noches. “Pero después me dediqué a la educación física. Llevo nueve años como profesor en el colegio, en el que soy un modelo para seguir para los chicos y siempre ven en mí ese docente que llega a alegrar el día con sus clases”, añade con alegría.

Precisamente por ese gran trabajo que ha realizado durante sus años de docente, el colegio entero quiso sorprenderlo con su visita y apoyo al escenario de fútbol playa. Para dejarle claro a los jugadores de Antioquia que, aunque dentro de la cancha son cinco contra cinco, al frente iban a tener el alma de cientos impulsando y apoyando y, también, para que todos los niños y niñas que asistieron encontrarán una forma de inspirarse a ir más allá.   

“El motivo de nuestra presencia es para instruirlos para que ellos conozcan la importancia del deporte en su salud, que se animen para que practiquen algún deporte, porque nosotros como maestros más allá de una educación debemos capacitarlos para que se animen a superar sus barreras. Estamos convencidos de que el deporte puede ser ese camino”, dice en medio de la algarabía de un escenario, Yisel Gastelbondo, profesora del colegio.  

Todo esto además de servir como motivación, fue un impulso para Yamil Mercado quien, a pesar de una dolencia en su pierna, dejó todo dentro del terreno de juego para que su equipo intentara sorprender a un favorito: pase gol y dos goles. Ambos dedicados a la tribuna, ambos un posible primer paso para que algún niño o niña vea en esta disciplina ese impulso necesario para practicarlo y por qué no, dejar el nombre del país en alto.
  
Yamil Mercado.
Como buen coveñero nuestra diversión era venir al mar y siempre teníamos esa oportunidad de jugar fútbol playa, lo jugamos como fútbol normal, sin reglas.

Si desde muy niño, lo alterno con fútbol convencional y microfútbol.

Inspiración: ilumina los ojos.

31 años.

Momento en el que estoy por salir, pero la tomo con emoción. Para mí es un orgullo representar a mi departamento. Me levanté pesado, con el corazón acelerado, pero me sacudí y creo que todo saldrá bien.

Cuando me hacen el llamado, el profe quería que yo liderara un grupo joven, porque es la primera vez que Sucre está compitiendo en este torneo. Queremos hacer proceso, chicos de 16, 17, 18, 22 años. Mezcla de juventud y madurez.
Iván Sierra.

Dos meses y medio de trabajo.